Con el "año nuevo, vida nueva" muy a pecho, el 2 de enero le di el sí al llamado que me convocaba para formar parte del staff de Estudio Playa. Sin dudas, un pendiente más que importante dadas las circunstancias.
Un mes más tarde desembarqué en Pinamar con el bolsito y mi mochila.
¡Qué privilegio! (y... ¡qué responsabilidad!). Sentarme en esa terraza me movilizó hasta las lágrimas, escuchar y sentir a Juan en el aire, trabajar día a día con su equipo, con sus amigos y compañeros de ruta hacen al todo de una experiencia que tendrá su eterno lugar en mi corazón.
Mucho se puede contar de los días donde nuestro oyente más próximo, a la mañana, tarde e incluso a la noche, era el mar.
Un cambio de 360º para mí y un desafío para quienes encaraban la primer temporada sin Badía a la cabeza.
Como dijeron Los Beatles, todos y cada uno en lo suyo, "hemos pasado la audición".
De lo que me tocó, agradezco a Jorge Vivona y a Carlos Beillard por la confianza. A Martín Aragón por ser todo terreno. A Sergio Marchi y Ale Pont Lezica por dejarme su música. A Diego Claverie y Miguel "el oso" Hernández por la bienvenida, el abrazo y los mates de todas las mañanas. A Noelia, Daniella, Maisa y Melanie por la tolerancia y colaboración puertas adentro.
A todos los que, al pasar, levantaban su mano o tocaban bocina.
A mi vieja, que se la bancó como una reina. A mis abuelos. A mis amigos.
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| Con Martín Aragón, haciendo "Pinamar para amar" |
De este Estudio Playa 2013 quedó una selección que comparto a continuación y muchas anécdotas que tendrán su propio capítulo en mi historia.
